La escultura de bronce de Medusa tendida en el suelo, capturada en el momento justo después de haber sido decapitada, es una representación que profundiza en los temas del poder, la vulnerabilidad y la transformación.
Esta representación de Medusa no se trata solo de su papel mitológico como monstruo, sino que sirve como una profunda reflexión sobre la condición humana, particularmente en momentos de crisis y de cambio profundo.