IVAN CARDONA
Me interesa la creación de obras con sentido crítico y político. Trabajo con diversos medios y materiales, aunque en mis proyectos más recientes me he concentrado en la realización de instalaciones y collages usando periódicos locales como materia prima. Utilizo los fragmentos de estas publicaciones desde una perspectiva cromática y volumétrica. Estoy suscrito a varios periódicos que leo a diario. Las publicaciones, los textos y su contenido son una fuente importante en mis proyectos. También recorto y archivo imágenes, textos, y columnas de opinión. Me cautivan las primeras páginas de los periódicos y todos los días practico la operación de compararlas. Comparo titulares, diagramación, tamaño, colores, y la publicidad. Todos los días extracto la información que me interesa, incluyendo los colores predominantes que luego se pueden ver reflejados en mis trabajos.
Tomo los lenguajes que se usan en la esfera de lo legal, en el periodismo, y en la política, para transformarlos en un lenguaje visual que hable de las estructuras y dinámicas que los subyacen. Un titular, la frase de un político, la imagen de un personaje público, o una publicidad me sirven para alimentar mi proceso creativo. Tengo formación y experiencia como abogado. Me cuestiono por los mecanismos, conscientes o inconscientes, que hay detrás de los aparatos de justicia, de comunicación, de poder y económicos, y busco que tales mecanismos se develen o se evidencien en mi trabajo artístico.
Ser abogado implica legajar / acumular, como ocurre con algunos de los documentos que terminan en un proceso o archivándose de cualquier manera. También es una manera de tejer (argumentos, ideas, textos). El tejido también hace referencia a lo que implica escribir y debatir, o a la forma como se desarrolla y crece físicamente un proceso judicial. Como artista, la acumulación y el archivo son materia prima para mi trabajo. Me gusta ver cómo es posible combinar y recombinar la información, de manera que se obtengan nuevos textos que acuden al lenguaje visual para señalar o explorar conceptualmente determinados temas.
Por un ecosistema creativo
EL PATRON DORADO
Basada en la pieza emblemática presente en el Museo del Oro conocida como “La Balsa Muisca”, considerada un símbolo de Colombia y de la identidad de los colombianos. Esta obra está hecha principalmente de oro y fue fundida con la técnica de la cera perdida utilizando un solo molde de arcilla. La pieza, proveniente de la cultura Muisca, representa un ritual sagrado en el que el cacique, completamente cubierto de oro, y los indios, llevaban sus tributos en oro, joyas y esmeraldas, en una balsa hecha de juncos.
Estas ofrendas se depositaban en el centro de la laguna de Guatavita, y de este ritual surgió la Leyenda de El Dorado, mito que resume la obsesión en la época de la conquista por el oro, único móvil de todas las empresas y descubrimientos de la época. La fiebre por El Dorado, como lo han documentado los historiadores, llevó a la muerte de muchas personas en el camino por encontrarlo.
El Museo del Oro está ubicado en el centro de Bogotá y es propiedad del Banco de la República de Colombia. En el edificio contiguo se encuentra una de las sedes de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) entidad encargada de la administración y control de las obligaciones tributarias de los colombianos. Teniendo en mente La Balsa Muisca como objeto dentro del Museo del Oro y su ubicación en el contexto actual, decidí crear una obra que es una reproducción de La Balsa Muisca utilizando como material billetes colombianos de diferentes denominaciones y papel pre impreso por la DIAN para la realización de declaraciones de impuesto de renta. Los personajes de la balsa se construyeron trabajando los billetes con la técnica del origami y el tamaño de toda la pieza es igual al de La Balsa Muisca. Este proyecto, da cuenta de múltiples cruces entre los diferentes agentes que hacen parte del contexto de la obra (la leyenda de El Dorado, el Museo del Oro, el Banco de la República, la DIAN, y los
demás que menciono en esta carta). Es así como, por ejemplo, el sistema tecnológico de la DIAN a través del cual se controlan, gestionan, cruzan y manejan todos los datos y la información de los contribuyentes se llama MUISCA. Según informes de prensa, este nombre parece escogido para aludir a la “malicia indígena” de los colombianos para no pagar los impuestos. Por otra parte, durante más de 100 años y hasta 1993, Colombia adoptó el denominado “patrón oro” consistente en que los pesos colombianos se encontraban respaldados por una cantidad específica de oro, y en los billetes se especificaba que representaban un número de “pesos oro” pagaderos a su portador. Uno de esos billetes era el de dos pesos, el cual también contenía la imagen de La Balsa Muisca.
Decidí denominar este proyecto “El Patrón Oro”, para remarcar que la fiebre por el oro, propia de la conquista, continúa en nuestra sociedad y se profundizó con el narcotráfico creando una cultura del dinero fácil que aún persiste. Desde esta perspectiva, el dinero es el patrón (jefe, parámetro, medida, etc.) de muchos de los colombianos, pugna en la cual también entra el Estado que busca maximizar su recaudo para poder atender sus obligaciones, ingresos que en gran medida se pierden en prácticas de corrupción.