Estos dibujos forman parte de una práctica en la que el artista se induce en un estado corporal mediante técnicas de respiración y la vibración del sonido emitido con la exhalación. El objetivo es alcanzar un estado alterado de neutralidad, donde los dibujos emerjan de manera espontánea, sin planificación. Estas obras capturan momentos efímeros de conciencia, en los que el cuerpo se convierte en un vehículo para la expresión de la energía y el silencio vibratorio propio.